Una de las mejores cosas que se publicaron sobre Cassius Clay la escribió Norman Mailer en un librito hoy inhallable que se llama "El rey del ring".
Mailer planteó hasta qué punto el arte se podía dar a través del cuerpo, no sólo de la mente. En otros términos, planteaba a Cassius Clay como la más grande inteligencia de los Estados Unidos.
Cabría entonces preguntarse si Diego Maradona no es una de las mayores inteligencias que hayamos visto los argentinos. Yo creo que sí. Porque allá donde no podemos comprender los porqué tenemos que aceptar la presencia del genio. El límite entre el gran talento y el genio es muy difuso. Por ejemplo a mí se me ocurre que Diego Latorre tiene un gran talento. Pero hay una diferencia entre Latorre y Maradona que es muy indefinible. Y que aparece en ese momento inesperado, absolutamente insólito en que Diego saca algo que nadie tenía previsto y que no se puede entender. Si en esos momentos alguien llamara a un profesor, a un hombre sabio, para que explique qué hizo, cómo le pegó a la pelota, es seguro que no podría hacerlo. Lo hizo por una intuición inexplicable, de puro genio. Entonces yo creo que Maradona reúne dos cosas: inteligencia y talento. Algo que no es común, porque se puede ser muy inteligente y no tener talento o ser muy talentoso y no inteligente. Yo diría que Maradona es un gigantesco talento. Es posible que no sea inteligente. No lo sé. No lo conozco, pero es el más gigantesco talento o uno de los más gigantescos que ha dado este país en los últimos años.
(OSVALDO SORIANO, escritor argentino, en charla con Eduardo Rafael, Julio de 1991)
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