El 4 de Septiembre de 1976, jugué totalmente borracho, y así y todo, le hice un gol al Pato Fillol. Yo estaba en Huracán, nos enfrentábamos a River, y la noche anterior me había escapado de la concentración para ir al cumpleaños de mi hijo.
Llegué más o menos a las 11 de la mañana, con un pedo bárbaro. Dormí una hora, me duché, tomé un par de cafés y fui al banco. José Vigo, el técnico, me hizo ingresar en el segundo tiempo. Entré, metí un gol y pedí el cambio. Después, nunca más.
(RENÉ ORLANDO HOUSEMAN, ex jugador de la selección argentina, recordando una irresponsabilidad con la autenticidad de siempre)
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