Cuando llegué a Rosario para dirigir a Central, un periodista me acusó de burrero, de jugador compulsivo. Dijo que conmigo se iban a incrementar las apuestas en el Hipódromo Independencia. Es cierto que en mi época de futbolista pedía permiso para salir los sábados de la concentración e iba al Hipódromo de Palermo. Llegaba trotando y con todo lo que caminaba adentro, me hacía muy bien para estar 10 puntos para el partido del domingo (ÁNGEL AMADEO LABRUNA, el mayor símbolo de River Plate, contando sus experiencias al mando de los "canallas")
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